Sangre y espina

Una antigua sirvienta y aguerrida ladrona de joyas debe ser más lista que los dioses, la injusticia y su propio pasado en la secuela de Muerte y Fortuna de Margaret Owen.

Vamos a aclarar las cosas: Vanja Schmidt no tenía intenciones de crear una secta.

Tras derrotar a un margrave corrupto, romper una maldición mortal y encontrar el amor en el joven e irritantemente escrupuloso prefecto Emeric Conrad, a Vanja le quedaba solo un gran misterio por resolver: localizar a su familia biológica perdida tiempo atrás… y descubrir si aceptarían a una ladrona. Pero mientras busca un trato justo, se mete en problemas e inventa a una diosa, la Doncella Escarlata, con la intención de escapar mediante una estafa. Ahora la mentira está escapando a su control, sobre todo cuando Emeric llega para investigar y la Doncella Escarlata se manifiesta para reclamarlo como un sacrificio virgen.

Como prueba final para convertirse en prefecto, Emeric deberá determinar si Vanja es culpable de un caso grave de fraude o si el reclamo de la Doncella Escarlata sobre él es genuino. Mientras tanto, Vanja busca un sacrificio alternativo que pueda convertirse en su escapatoria. La cacería la lleva no solo a las guaridas de los monstruos y a los caminos de los dioses, sino también a las ataduras de su pasado. Y con lo que debería ser la forma más sencilla de salvar a Emeric pendiendo sobre sus cabezas, Vanja y él deberán enfrentarse a una incógnita más peligrosa: ¿existe un futuro para una ladrona y un prefecto, y a qué precio?